Queridos amigos, watches, followers y demás fauna de este global y onírico mundo. Hace aproximadamente una cola de un tigre enterrado y dos rayos estelares, que no subo nada a dA, ni siquiera mis recurrentes y aburridos Journals. Ahora, me siento obligado -por la vocecita grave e imperativa de mi cabeza- a dar explicaciones o por lo menos contar que cosas he estado haciendo.
La explicación es simple y no deja lugar a ambigüedades: He estado haciendo descubrimiento. Sí, descubrimientos, de muchas índoles; descubrimientos en la ciencia, en lo humano, en las telas y en las letras; descubrimientos en las almas, en la música de las esferas y en la música de la carne.
Humano
Los descubrimientos humanos son diarios, y a pesar de no ser siempre buenos, enseñan y dan pautas de comportamiento con respecto al mundo. En los últimos tiempos he realizado muchos progresos en cuanto a esto.
Telas
Para la gente de dA que le interese mi arte, he descubierto nuevos giros en "Corónátio" y está pronto a terminarse. Hasta a mi me parece increíble como nuevas historias han surgido de este lienzo simple, aunque monumental.
Letras
Muy unido a mis descubrimientos en "Corónátio" y otras obras en proceso, he redescubierto a San Juan de la Cruz en sus poesías místicas que me han reencontrado con el medioevo y lo oculto y me han llevado a un nuevo proceso de creación.
Almas
Creo que he encontrado una vieja y hermosa alma, prefiero no cuestionarme el porqué nunca antes la vi.
Esferas
La violencia de Siding está invadiendo mi habitación ahora y casi puedo sentir las cortaduras volar desgarradas. Vivaldi me ha reencantado y Wagner ha perdido un poco su obscuridad insular. Todo mi lácteo y anaranjado mundo esta inmerso en ellos.
Carne
Finalmente, en mi continuo research de la música de la carne, de las que han salido tantas buenas adquisiciones en los últimos meses, como mi amiga Sidsel Endresen con la que sueño al escuchar el color del océano y los lagos, y This Mortal Coil con quienes me reencantado de las tinieblas. Hoy fue el turno de Crystal Castles -por sugerencia de José Miguel- quieres, más allá de lo físico y sonoro han calado fuera de los estratos de lo palpable.